CANTO A
Madre mía de las Lágrimas,
bendita entre las flores,
eres el lucero del alba
que camina por
entre saetas y palmas.
Son tus lágrimas de pena,
que llora tu corazón,
cuando pasas por
caminas con tu dolor,
y te lloran hasta las piedras.
Lágrimas en tu dolor,
pena al verte, Madre mía,
porque a tu hijo Jesús
lo azotan y lo condenan,
y lo cargan con la cruz.
Sangre en tu corazón,
Madre mía de las Lágrimas,
al ver a tu hijo Jesús,
que, sin aliento y sin fuerzas,
va cargando con la cruz.
Madre mía de las Lágrimas,
llorando vas por
buscando a tu hijo Jesús,
que, entrando en el convento,
te lo encuentras con la cruz.
Semana Santa 1994